viernes, 13 de julio de 2012

GRABACIÓN DE UNA BATERÍA ACÚSTICA


Por Lorenzo Sandoval

Antes de comenzar, me gustaría aclarar que en cualquier aspecto de una grabación, no existen los absolutos. Significa esto, que las técnicas aplicadas pueden ser efectivas para algunos y no para otros. Es por eso que los siguientes consejos corresponden a mi experiencia y son los métodos que mejores resultados han producido para mi, lo cual no significa que sea “la forma” de realizar una grabación.

Dicho esto, lo primero que voy a recomendar es, por supuesto, que el instrumento que grabamos sea de buena calidad. Al menos debemos estar seguros de que por si sola la batería suene bien. Una recomendación que alguna vez leí por ahí, decía que la batería debe estar bien afinada, pero debe afinarse en el estudio!!

Antes de afinarla debe buscarse en el estudio el lugar donde mejor suene, esto significa que debemos hacerla sonar en varias posiciones dentro de nuestro Live Room y encontrar el sitio con mejor sonido. Esto es muy importante ya que de lo contrario podríamos registrar resonancias que perjudicaran nuestro sonido y además la posibilidad de desfases por reflexiones o interacciones de estas.

También, si es posible, utilizar parches nuevos, estos producen un mejor sonido. En algunos casos es recomendable también, quitar los parches traseros, sobre todo en los Toms mas grandes, ya que estos generan resonancias y armónicos muy difíciles de tratar por medio de la afinación.

Una vez ubicada y afinada procederemos a seleccionar los micrófonos que utilizaremos. En general, para todos los tambores, me gusta utilizar micrófonos dinámicos y direccionales. La razón, los micrófonos dinámicos por ser menos sensibles soportan altos niveles de presión sonora y el patrón cardioide tiene un marcado efecto de proximidad que ayuda a que el sonido, sobre todo de los Toms tenga mas “peso”. Particularmente prefiero, por sobre otros, los Shure SM 57, por sus características electroacústicas particulares.

En el caso especifico de la Tarola, me gusta utilizar dos micrófonos. Uno por arriba y otro por abajo, para captar el sonido de las “Bordoneras”. Para este caso especifico, el micrófono que prefiero es un condensador cardioide, seguramente atenuado y con un filtro pasa altos activado si es que esta disponible. En este caso el micrófono escogido por mi también es el SM 57 de Shure.

Cuando se trata del Bombo, tenemos que tener varias cosas en cuenta. Primero, el estilo musical tiene mucho que ver en el sonido del bombo. Generalmente para música como el rock el sonido del bombo se caracteriza por tener mas énfasis en el kick, que es el sonido del mazo golpeando el parche directamente. Si este es el sonido deseado, entonces ubicaremos el micrófono (un AKG D112 o un Shure Beta 52) a unos pocos centímetros del parche, dentro del bombo apuntando al área donde el mazo golpea el parche. Ahora, si nuestra intención es mas bien captar la resonancia del Bombo, entonces podemos ubicar el micrófono apuntando a la zona de impacto del mazo, pero desde una distancia mayor. Puede ser inclusive desde fuera. Una recomendación importante es rellenar el interior del bombo con algún material acústico, para que este absorba el exceso de resonancia que se puede producir dentro del bombo. Con respecto a la afinación, no hay una regla para afinar el bombo, pero podemos obtener un kick mas enfatizado aflojando el parche delantero. Si por el contrario, nuestra intención es obtener un sonido con mayor resonancia y menos definición, entonces tensar el parche, nos ayudara a enfatizar las resonancias en frecuencias bajas.

Finalmente, los platillos requieren de un tratamiento distinto, ya que el sonido característico de ellos, es mas bien un sonido capturado a distancia. Si ponemos los micrófonos muy cerca de los platillos, estos al ser golpeados producirán una corriente de aire que golpeara los micrófonos produciendo una especie de “pop” que es un “soplido” de bajas frecuencias que perjudicara el sonido de los platillos. Por esta razón es que los platillos se graban con micrófonos de condensador ubicados a distancia y utilizando alguna técnica de micrófonos en estéreo, esto ayuda, también, a obtener una imagen sonora del kit completo que permite complementar el sonido de los demás micrófonos y agrega una porción de la acústica de la sala. Respecto a la altura, una distancia  apropiada es de mas o menos 1 mt sobre los platillos.

Para algunos casos, también se necesita un micrófono para el hi-hat. En este caso, también prefiero usar un condensador cardioide (por ejemplo, un Shure SM81) ubicado directamente sobre uno de los bordes mas alejados del hihat (para evitar captar demasiada Tarola) y a una altura de no menos de 20 cms.

Para aumentar la sensación de ambiente en la batería, algunos ingenieros optan por grabar también, usando un par estéreo de buenos micrófonos de condensador ubicados en un extremo del cuarto, una pista estéreo del sonido de la sala para agregarlo como reverb natural a la mezcla de batería. Esto solo es útil si la sala en la que se graba, tiene una reverberación natural importante, de lo contrario no es de mucha utilidad.

Espero que todo esto sea de utilidad para ustedes como en un principio lo ha sido para mi. Saludos

 
Lorenzo Sandoval
Ingeniero de Sonido, egresado de la Universidad Tecnológica Vicente Pérez Rosales (hoy Universidad Tecnológica de Chile). Ha trabajado como Ingeniero de Sonido en Vivo para reconocidos artistas y Grupos peruanos como, Julie Freundt, No Se Quien y Los No Sé Cuantos, Mar De Copas, entre otros. Ha dictado Clases a las primeras generaciones de alumnos del Instituto Orson Welles y dictado diferentes conferencias de Audio Profesional. Ha colaborado en diferentes ocasiones  con artículos de su especialidad para la Revista Orson Welles. Además del trabajo como docente se ha dedicado a desarrollar proyectos de Instalación de Sistemas de Sonido como parte del Staff de la compañía Special Media Projects, la cual diseña y desarrolla proyectos de instalación como el existente en el hemiciclo del Congreso de La Republica. Entre sus trabajos como Ingeniero de Grabación y Mezcla destacan los discos “Al final de La Calle” de la mítica banda nacional Leusemia (2000), “Demoledor” de M.A.S.A.C.R.E. (2001) y el EP de The Emergency Blanket “What is The Emergency Blanket?” (2005) entre otros. Actualmente, además de trabajar en el Instituto Superior Orson Welles como profesor de los Talleres de Técnicas De Grabación y Refuerzo Sonoro, se desempeña como Ingeniero de Grabación en el Estudio del Sindicato de Músicos y Cantantes del Perú.