GRABACIÓN DE UNA BATERÍA ACÚSTICA
Por Lorenzo Sandoval
Por Lorenzo Sandoval
Antes de comenzar, me
gustaría aclarar que en cualquier aspecto de una grabación, no existen los
absolutos. Significa esto, que las técnicas aplicadas pueden ser efectivas para
algunos y no para otros. Es por eso que los siguientes consejos corresponden a
mi experiencia y son los métodos que mejores resultados han producido para mi,
lo cual no significa que sea “la forma” de realizar una grabación.
Dicho esto, lo primero que
voy a recomendar es, por supuesto, que el instrumento que grabamos sea de buena
calidad. Al menos debemos estar seguros de que por si sola la batería suene
bien. Una recomendación que alguna vez leí por ahí, decía que la batería debe
estar bien afinada, pero debe afinarse en el estudio!!
Antes de afinarla debe
buscarse en el estudio el lugar donde mejor suene, esto significa que debemos
hacerla sonar en varias posiciones dentro de nuestro Live Room y encontrar el
sitio con mejor sonido. Esto es muy importante ya que de lo contrario podríamos
registrar resonancias que perjudicaran nuestro sonido y además la posibilidad
de desfases por reflexiones o interacciones de estas.
También, si es posible,
utilizar parches nuevos, estos producen un mejor sonido. En algunos casos es
recomendable también, quitar los parches traseros, sobre todo en los Toms mas
grandes, ya que estos generan resonancias y armónicos muy difíciles de tratar
por medio de la afinación.
Una vez ubicada y afinada
procederemos a seleccionar los micrófonos que utilizaremos. En general, para
todos los tambores, me gusta utilizar micrófonos dinámicos y direccionales. La
razón, los micrófonos dinámicos por ser menos sensibles soportan altos niveles
de presión sonora y el patrón cardioide tiene un marcado efecto de proximidad
que ayuda a que el sonido, sobre todo de los Toms tenga mas “peso”.
Particularmente prefiero, por sobre otros, los Shure SM 57, por sus
características electroacústicas particulares.
En el caso especifico de la
Tarola, me gusta utilizar dos micrófonos. Uno por arriba y otro por abajo, para
captar el sonido de las “Bordoneras”. Para este caso especifico, el micrófono
que prefiero es un condensador cardioide, seguramente atenuado y con un filtro
pasa altos activado si es que esta disponible. En este caso el micrófono
escogido por mi también es el SM 57 de Shure.
Cuando se trata del Bombo,
tenemos que tener varias cosas en cuenta. Primero, el estilo musical tiene
mucho que ver en el sonido del bombo. Generalmente para música como el rock el
sonido del bombo se caracteriza por tener mas énfasis en el kick, que es el sonido del mazo
golpeando el parche directamente. Si este es el sonido deseado, entonces
ubicaremos el micrófono (un AKG D112 o un Shure Beta 52) a unos pocos
centímetros del parche, dentro del bombo apuntando al área donde el mazo golpea
el parche. Ahora, si nuestra intención es mas bien captar la resonancia del
Bombo, entonces podemos ubicar el micrófono apuntando a la zona de impacto del
mazo, pero desde una distancia mayor. Puede ser inclusive desde fuera. Una recomendación
importante es rellenar el interior del bombo con algún material acústico, para
que este absorba el exceso de resonancia que se puede producir dentro del
bombo. Con respecto a la afinación, no hay una regla para afinar el bombo, pero
podemos obtener un kick mas
enfatizado aflojando el parche delantero. Si por el contrario, nuestra
intención es obtener un sonido con mayor resonancia y menos definición,
entonces tensar el parche, nos ayudara a enfatizar las resonancias en
frecuencias bajas.
Finalmente, los platillos
requieren de un tratamiento distinto, ya que el sonido característico de ellos,
es mas bien un sonido capturado a distancia. Si ponemos los micrófonos muy
cerca de los platillos, estos al ser golpeados producirán una corriente de aire
que golpeara los micrófonos produciendo una especie de “pop” que es un
“soplido” de bajas frecuencias que perjudicara el sonido de los platillos. Por
esta razón es que los platillos se graban con micrófonos de condensador ubicados
a distancia y utilizando alguna técnica de micrófonos en estéreo, esto ayuda,
también, a obtener una imagen sonora del kit completo que permite complementar
el sonido de los demás micrófonos y agrega una porción de la acústica de la
sala. Respecto a la altura, una distancia
apropiada es de mas o menos 1 mt sobre los platillos.
Para algunos casos, también
se necesita un micrófono para el hi-hat. En este caso, también prefiero usar un
condensador cardioide (por ejemplo, un Shure SM81) ubicado directamente sobre
uno de los bordes mas alejados del hihat (para evitar captar demasiada Tarola)
y a una altura de no menos de 20 cms.
Para aumentar la sensación de
ambiente en la batería, algunos ingenieros optan por grabar también, usando un
par estéreo de buenos micrófonos de condensador ubicados en un extremo del
cuarto, una pista estéreo del sonido de la sala para agregarlo como reverb
natural a la mezcla de batería. Esto solo es útil si la sala en la que se
graba, tiene una reverberación natural importante, de lo contrario no es de mucha
utilidad.
Espero que todo esto sea de
utilidad para ustedes como en un principio lo ha sido para mi. Saludos
Lorenzo Sandoval
Ingeniero de Sonido,
egresado de la Universidad Tecnológica
Vicente Pérez Rosales (hoy Universidad Tecnológica de Chile). Ha trabajado
como Ingeniero de Sonido en Vivo para reconocidos artistas y Grupos peruanos
como, Julie Freundt, No Se Quien y Los No Sé Cuantos, Mar De Copas, entre
otros. Ha dictado Clases a las primeras generaciones de alumnos del Instituto
Orson Welles y dictado diferentes conferencias de Audio Profesional. Ha
colaborado en diferentes ocasiones con
artículos de su especialidad para la Revista Orson Welles. Además del trabajo
como docente se ha dedicado a desarrollar proyectos de Instalación de Sistemas
de Sonido como parte del Staff de la compañía Special Media Projects, la cual
diseña y desarrolla proyectos de instalación como el existente en el hemiciclo
del Congreso de La Republica. Entre sus trabajos como Ingeniero de Grabación y
Mezcla destacan los discos “Al final de La Calle” de la mítica banda nacional
Leusemia (2000), “Demoledor” de M.A.S.A.C.R.E. (2001) y el EP de The Emergency
Blanket “What is The Emergency Blanket?” (2005) entre otros. Actualmente,
además de trabajar en el Instituto Superior Orson Welles como profesor de los
Talleres de Técnicas De Grabación y Refuerzo Sonoro, se desempeña como
Ingeniero de Grabación en el Estudio del Sindicato de Músicos y Cantantes del
Perú.